Iglesia de Santa María
Cap. 74 La construcción de Santa María
En 1648, tras la epidemia de peste, aumentó la devoción a la imagen de la virgen de la Asunción. Esto hizo que se trasladar su culto desde la ermita de San Sebastián, donde estaba hasta la iglesia de Santa María. En 1656, pasó ya a ocupar el retablo del altar mayor.
Esta era la segunda de las iglesias católicas que se había levantado en el mismo sitio que la mezquita árabe, pero en 1672, a causa de los fuertes y continuos aguaceros que cayeron sobre Elche y su comarca durante varios meses, el templo de Santa María se vio seriamente afectado y se detectaron desprendimientos de sillares en el interior del edificio. Consultado el arquitecto Francesc Verde, que se hallaba en la ciudad para reconocer algunos edificios civiles deteriorados también por estos temporales, sugirió el cierre inmediato de la iglesia. Y a pesar de que la junta parroquial reunida en fechas posteriores, decidió la reparación del templo existente, pronto se vio como mejor solución el derribo de dicho edificio y la construcción de otro de nueva planta.
El propio Francesc Verde realizó los planos del nuevo templo y tras derribar parte de las capillas de la iglesia ruinosa, se procedió a colocar la primera piedra el día 2 de julio de 1673. Hasta 1686 no se acabaría la nave central, pero la falta de recursos económicos prolongó la finalización hasta 1784.
Los 111 años que duró su construcción hizo que varias generaciones de ilicitanos vieron el principal templo siempre en obras.
Alamíquez, Julián
Torreblanca, Francisco
Verde, Francesc
Nicolas de Bussy. Portada de San Agatángelo (1680-1682). Basílica de Santa María.
La portada de San Agatángelo de la Basílica de Santa María fue el primer trabajo de Nicolás de Bussy en Elche, escultor natural de Estrasburgo formado en el barroco italiano. La portada fue realizada entre 1680 y 1682 en simultaneidad con la portada mayor, obra del mismo escultor. San Agatángelo nació en la colonia romana de Illici en tiempos del emperador Diocleciano (s. III d. C.). Conoció a San Clemente en Roma donde llega como legionario. San Clemente fue consagrado obispo de Ancira. Agatángelo movido por Clemente, abraza el cristianismo y ambos son encarcelados. Las leyendas hagiográficas medievales nos hablan de que San Agatángelo, murió mártir traspasado por una espada o lapidado en Ancira. Desde el 7 de junio del año 1683 es el Patrón de Elche, por nombramiento del Concejo. La portada de San Agatángelo se encuentra en el flanco norte de la iglesia de Santa María junto al campanario, en el segundo tramo del muro del Evangelio. La grandiosidad e ingenio de esta portada no radica en la utilización del orden o la armónica convivencia de los elementos utilizados (pilastras, capiteles, frontón curvo interrumpido, elementos que además contiene), sino en cómo se adapta al espacio reducido y ahogado por la presencia de la torre. La portada se organiza en dos cuerpos separados por un entablamento corrido. El cuerpo inferior se compone de arco de ingreso de medio punto con una sencilla rosca con ménsula vegetal y una pequeña guirnalda en la clave. Se encuentra flanqueado por dos pares de pilastras con capiteles corintios que sostienen un entablamento con grandes ménsulas que interrumpen el friso. El cuerpo superior sigue el esquema del inferior exceptuando que las pilastras exteriores se encuentran retrotraídas dando al conjunto, muy plano, una muy lograda sensación de profundidad. Se levanta sobre un arquitrabe-basamento corrido decorado en su frontis por ménsulas vegetales y una cartela rodeada de hojarasca. La hornacina central acoge la escultura del titular de la portada, San Agatángelo, esculpida a bulto redondo en 1680. Se encuentra enmarcada entre motivos vegetales. Esta escultura, según las palabras de ilicitana Dra. María del Carmen Sánchez-Rojas Fenoll que ha dedicado gran parte de su vida al estudio de la obra de Bussy, ha sido “pensada para ser colocada en al marco arquitectónico que la alberga, recoge el espacio y lo centra sobre esa mano que se pliega, verdadero punto focal de raigambre clásico. Serenidad y equilibrio respira esta figura, que si no fuera por los volúmenes barrocos que le confieren sus ropajes, consideraríamos dentro de la línea estética y compositiva del Renacimiento”. Remata el conjunto un frontón curvo partido en el que se ha incluido un niño-ángel de proporciones mayores. La particularidad de esta fachada se encuentra en su lado derecho, en la zona de contacto entre la portada y la torre donde la falta de espacio por la presencia del cuerpo de la torre ha hecho que Bussy haya optado por plegar literalmente la fachada, como si de una hoja de papel se tratara, para no perder las proporciones simétricas.
Fuente: Sánchez-Rojas Fenoll, María del Carmen. El escultor Nicolás de Bussy. Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia. Murcia, 1982
De Bussy, Nicolás
Nicolás de Bussy. Portada Mayor de la Basílica de Santa María (1681-1683).
La Portada Mayor de la Basílica de Santa María fue realizada inmediatamente después de la portada de San Agatángelo, llegándose a simultanear los trabajos al menos, en la fase del diseño de las trazas. Nicolás de Bussy comienza a trabajar de lleno en la portada en 1681. Destaca por ser uno de los ejemplos más monumentales e italianizantes del barroco valenciano. Se compone de tres cuerpos en los que se puede encontrar todo un compendio de motivos ornamentales barrocos así como otros relacionados con el paisaje ilicitano y del Misteri. Su trazado responde al esquema típico del retablo barroco trasladado a portada, con una magnífica monumentalidad proporcionada por sus dimensiones y su emplazamiento. El cuerpo inferior se constituye por el gran arco de medio punto de ingreso apoyado sobre pilares que marcan la línea de impostas. Sobre este arco se dispone la hornacina con la escultura de la Asunción de la Virgen, quedando flanqueados ambos elementos por tres columnas dispuestas sobre altos basamentos corridos y cajeados que enmarcan y limitan el espacio que rodean, otorgando al conjunto una gran unidad y continuidad espacial. Con estas columnas dispuestas en diferentes planos, se consigue dar la sensación de movimiento a un edificio que en planta se muestra estático. La disposición en triángulo de estas columnas, así como el abocinamiento del arco de ingreso, proporcionan también una mayor profundidad a la portada que se sitúa sobre un paramento plano, provocando a la vez, un llamativo efecto de luces y sombras que queda acentuado por la luminosidad de la incidencia del sol mediterráneo. La columna más cercana al ingreso presenta en el tercio inferior del fuste una torsión conseguida mediante baquetones en espiral que la van recorriendo en sentido ascendente. El resto del fuste es salomónico entorchado (como las del baldaquino de Bernini en San Pedro del Vaticano) y está recorrido por un ramaje que da la impresión de ser el causante de la torsión de la columna a la que se ciñe estrangulándola, como sucede en la naturaleza con las ramas a las que se adhiere una enredadera. La columna central, más adelantada, presenta todo el fuste con baquetones en espiral, quedando separado el tercio inferior del resto por una moldura idéntica a la que presenta la anterior. La columna situada más al exterior, presenta el fuste liso en toda su altura. Todas son de orden compuesto y presentan retropilastras con el fuste cajeado y racimos de frutas. Limitando el conjunto aparecen unas cariátides en la zona superior alineadas con los capiteles y unas aletas en el muro en la zona inferior con niños-ángeles con una espada que luchan contra un dragón. El entablamento corrido con entrantes y salientes en correspondencia con las columnas dispuestas en triángulo, presenta una cornisa que se curva hasta desaparecer a la altura del tercio superior de la hornacina con la imagen de la Virgen, enlazando con la decoración que remata dicha hornacina. En el interior de esta hornacina, se sitúa el magnánimo grupo escultórico de la Asunción de la Virgen, que ocupa el segundo cuerpo de la portada. La libranza del 6 de julio de 1681 indica que se le pagaron a Bussy 3000 reales por la realización de esta imagen. El escultor, está predisponiendo al espectador para la contemplación del drama sacro-lírico del Misteri d’Elx que se realiza en el interior del templo, resaltando la importancia de la Virgen de la Asunción en la vida religioso-social de Elche y comenzando ese camino metafísico que envuelve a la representación del Misteri, en el que cielo y tierra quedan vinculados mediante los apóstoles y judíos (plano terrenal) y la Virgen, los ángeles y la Santísima Trinidad (plano celestial). María aparece en la plenitud de su majestad sobre una nube con una maraña de angelitos. María alza su mirada hacia la Santísima Trinidad que se dispone a coronarla como reina de los cielos. La mano dispuesta sobre el pecho, adopta una postura similar a la de la imagen de San Agatángelo, situada en la hornacina de su portada en el flanco norte del templo.
En el tercer cuerpo se dispone una hornacina arquitrabada con la escultura de San José y el Niño coronando el conjunto. El grupo escultórico presenta las características típicas del escultor, tanto en la gracia natural de las figuras como en el estrechamiento de las sienes. Enmarcando la hornacina se disponen unas cariátides parecidas a las del cuerpo inferior. Destacan los motivos levantinos sobre los que a modo de ménsulas, se encuentran estas imágenes. Éstos son frutos típicos de la tierra como granadas y limones, frutos emparentados con los motivos ornamentales del Palacio Guevara de Lorca, cuya decoración realizada en 1694 ha sido atribuida a Nicolás de Bussy.
En el interior de la iglesia, dentro de una hornacina en la girola, se encuentra la talla en madera de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de muy posible atribución a Bussy por sus características estilísticas y formales, aunque no disponemos de la documentación que pueda asegurar rotundamente su autoría. No se sabe con certeza si Nicolás de Bussy policromaba sus imágenes o las dejaba en manos de pintores especializados en la técnica del encarnado y el estofado y además, pocas obras quedan en las que se haya conservado la policromía original. Costumbre de Bussy era introducir cédulas con oraciones en muchas de sus tallas en madera con lo cual, un estudio a fondo sobre materiales y pigmentos de esta escultura y la posibilidad de encontrar una cédula firmada por Bussy en su interior, podrían esclarecer el problema de esta atribución. Se discute también si Bussy pudo participar en la decoración interior de la Basílica de Santa María.
Fuentes: Sánchez-Rojas Fenoll, María del Carmen. El escultor Nicolás de Bussy. Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia. Murcia 1982. //Alonso Moral, Roberto. “Referencias cronológicas y documentales sobre Nicolás de Bussy”, en Nicolás de Bussy. Un escultor europeo en España. Tercer centenario de su muerte (1706-2006), Murcia, 2006. // Vidal Bernabé, Inmaculada. La escultura monumental barroca en la diócesis de Orihuela-Alicante. Excma. Diputación de Alicante, Alicante 1981.
Caro, Antonio (Antonio Caro "el Viejo")
McEvoy, Rafael: Portada del Órgano. Atribuida a Marcos Evangelio (hacia 1767). Basílica de Santa María.
Portada del Órgano de la Basílica de Santa María de Elche atribuida a Marcos Evangelio. Ubicada en el muro norte, da directamente a la Plaza del Congreso Eucarístico. Su principal característica y lo que la hace única en todo el territorio de la Diócesis es que presenta el paramento totalmente almohadillado.
La Portada del Órgano se encuentra ubicada en el muro norte de la Basílica de Santa María a la altura del crucero (dando a la actual Plaza del Congreso Eucarístico), y en oposición a la Portada del Sol, situada en el muro sur. Su particularidad ha sido puesta de manifiesto por Inmaculada Vidal ya que destaca por ser la única en toda la Diócesis que presenta el paramento totalmente almohadillado, marcando ya las directrices de un Neoclasicismo que encontrará en el interior de este templo su máxima expresión en la Capilla de la Comunión. El almohadillado es un tipo de tratamiento de la piedra del paramento exterior de un edificio y empezó a utilizarse especialmente a partir del siglo XV, encontrando ejemplos de almohadillado en los más famosos palacios florentinos como el Medici-Riccardi, realizado en 1444 por Michelozzo, el Palazzo Rucellai (1446-1451), realizado por Bernardo Rossellino siguiendo el diseño de Leon Battista Alberti, o el Palazzo Pitti, atribuido a Fancelli y en el que pudo participar también el genial arquitecto Filippo Brunelleschi, autor entre otras obras de la cúpula de la Catedral de Florencia. Existen varios tipos de almohadillado: corrido, rústico, en punta de diamante (cuyo ejemplo más característica se encuentra en el Palacio de los Diamantes de Ferrara (realizado por Biagio Rossetti en 1492), etc… La Portada del Órgano de la Basílica de Santa María de Elche responde a la tipología de almohadillado achaflanado o en inglete, presentando las aristas de la piedra labradas en ángulo de 45º aproximadamente.
Inmaculada Vidal que ha estudiado la mayoría de portadas de las iglesias del barroco alicantino, atribuye la realización de esta portada a Marcos Evangelio por analogías estilísticas, situando su ejecución hacia 1767. Marcos Evangelío sería el autor sólo del diseño, ya que coincide con su fecha de muerte. Se organiza en dos cuerpos separados por un entablamento liso que hace resaltar en el centro un emblema ovalado con el anagrama de María rodeado de rocallas. El primer cuerpo se compone del ingreso en arco de medio punto recorrido por varias roscas y que descansa sobre la línea de impostas. En la clave de arco se dispone una ménsula vegetal y sendas cartelas en las enjutas en las que se inscribe la letra “A”. El pequeño abocinamiento del arco excavavo en el muro, se encuentra casetonado. Flanquean el ingreso sendos pares de pilastras de fuste almohadillado con capiteles compuestos y contracapiteles en las esquinas quedando todo enmarcado por volutas incisas en el almohadillado del paramento. El movimiento viene dado por los entrantes y salientes de las pilastras y el entablamento.
El segundo cuerpo se organiza en torno a una placa rectangular en la que se inscribe el símbolo de la Eucaristía (realizado posteriormente) enmarcado por pilastras almohadilladas y rematado por un frontón curvo sobre el que se dispone un pebetero y pirámides con bolas en los laterales. El nombre de esta portada viene dado por su disposición: da acceso directo a la zona que se encuentra bajo el gran balcón volado del órgano.
Fuente: Vidal Bernabé, Inmaculada. La escultura monumental barroca en la diócesis de Orihuela-Alicante. Excma. Diputación de Alicante, Alicante 1981