Orfeón Ilicitano (1928-1936)

ORFEÓN ILICITANO (1928- 1936) . Tras dejar la presidencia del Coro Clavé el señor Castaño Mateu, lo hicieron en cadena los directivos Espinosa Gómez y Serrano Hernández, les siguió el director, Ginés Vaello Esquitino y casi la totalidad de orfeonistas, así como muchos socios protectores. Así nació el Orfeón Ilicitano. Con un mes de antelación empezaron los ensayos para el Certamen de Cartagena, con la obra Bella Natura y la obra de libre elección La Festa del Poble. En la obra de libre elección cantaron 74 músicos. La ejecución de las obras fue acogida por el público con grandes ovaciones. El fallo del jurado concedió el primer premio que consistía en 4.000 pesetas, una bandera y un diploma, al Orfeón Ilicitano. El segundo premio fue concedido al Popular Coro Clavé. Todo el pueblo acudió a la estación donde ya se encontraba la Banda Municipal. Al entrar el tren estalló una gran ovación y se organizó un desfile a cuyo frente marchaba el Ayuntamiento y después las enseñas de las corales y por último los cantores rodeados por un inmenso gentío de entre seis a ocho mil personas. En el balcón del ayuntamiento se asomó el Sr. Miller que hizo un discurso de enaltecimiento por el triunfo de la coral. Elche era una cantera magnífica de músicos y cantores. Pero a esa cantera le faltaba una dirección que supiera aprovecharla. Además, faltaba la escuela primaria, la escuela de solfeo y la de canto, para que los cantantes pudieran alcanzar la fama con beneficio para ellos y honra para Elche. Después de la euforia del triunfo de Cartagena, se constituyó el Orfeón Ilicitano de forma definitiva y oficialmente bajo las juntas que son: presidente, Hipólito Miñana Antón; vicepresidente, Antonio Castaño Mateu; tesorero, Francisco Espinosa Gómez; secretario, José Mª Martínez Lafuente; vicesecretario, Amador Blasco Serrano; vocales, Antonio Sansano Mora, Antonio Rodríguez Giménez, José Ferrández Agulló y Manuel Soler Navarro. En la junta artística: presidente Antonio Castaño Mateu; secretario, Antonio Campillo; tesorero, Vicente Almela Granés; archivero, Salvador Díez Bañuls; vocales, Pascual Díez Blasco, Joaquín Sánchez Antón y José Javaloyes Orts. El 1 de julio de 1928, el Orfeón Ilicitano triunfó en su presentación en el teatro Kursaal. El barítono Paco Jaén cantó la zarzuela Los Gavilanes junto al coro de esta sociedad. La zarzuela fue representada con cuidado, tanto en vestuario como en decorado y la interpretación fue irreprochable, culminada con un gran éxito. Dado el auge que experimentó el orfeón, trasladaron su sede al centro de Elche, al 9 de la plaza del Dr. Campello. El 10 de noviembre, el presidente del Orfeón Ilicitano anuncia la apertura del nuevo local, cuya inauguración fue los días 17, 18 y 19. Cuenta el orfeón con uno de los más amplios salones de fiestas, ornamentado con sencillez y gusto. El sábado se inauguró con la asistencia de autoridades, prensa y representaciones de las sociedades ilicitanas. Presidió el acto el alcalde Antonio Ripoll y el juez de instrucción Sr. Hernández. El 7 de diciembre, se representó en el teatro Llorente el drama de José López Pinillo, El Caudal de los Hijos. Esta función se realizó en beneficio del actor cómico del grupo, Antonio Maciá, que se encontraba enfermo. El Orfeón Ilicitano alcanzó un gran éxito. Este grupo artístico formado por aficionados y dirigidos por Jaime Agulló Ferrández actuó en el teatro Kursaal el 28 de abril de 1929. El orfeón interpretó la obra La Hija de la Dolores. A principio de junio, apareció a la luz el semanario El Ilicitano, periódico propio que divulgaba su labor de arte y cultura. El 1 de julio, también en el Kursaal, representaron la zarzuela Los Gavilanes. El Orfeón Ilicitano actuó en Almansa, el 15 de mayo de 1929. A su llegada fueron recibidos por el alcalde Eugenio Rey y las bandas de música de la ciudad. Representaban a Elche el concejal Aureliano Botella y del Orfeón, Hipólito Miñana, Francisco Espinosa, Tomás Aldeguer, Manuel Pomares y Baltasar Miguel, además del director Ginés Vaello y ochenta maestros. A las once de la mañana actuaron en la Plaza de la Constitución con un éxito clamoroso, y a las tres de la tarde lo hicieron en el teatro de verano. El teatro estaba lleno y al final del concierto Paco Jaén cantó varias romanzas entre las que estaban La del Soto del Parral y Las Golondrinas. A su vuelta en los salones del Orfeón Ilicitano, se celebraban conciertos con asiduidad, de 2 a 4 de la tarde. El orfeón convertido en coral mixta ensayaba el Himno de la Ciudad de Elche, compuesta la letra por Juan Ferrer y la música por el compositor Alfredo Javaloyes. Con motivo de las fiestas de Elche se celebró un concierto en el teatro Kursaal, el 14 de agosto, atestado de público, el Orfeón cantó su programa especial. Por último, junto a la Banda Municipal y dirigidos por el maestro Javaloyes, cantó el Himno a Elche por primera vez, obra que recibió una prolongada ovación. El 15 de mayo de 1930, empezaron a preparar un viaje a Orán. De Barcelona llegó el barítono Paco Jaén para acompañar a la coral en su excursión en la que representarían Los Gavilanes, El Puñao de Rosas, Molinos de Viento y La Alsaciana. Ensayaban cuatro veces diarias para ir bien preparados, tenían que matizar 38 obras del repertorio y las cuatro zarzuelas que tenían que representar. El 2 de junio, el Orfeón Ilicitano embarcó en el puerto de Alicante en el vapor Mallorca: su director Ginés Vaello, y el presidente Hipólito Miñana; las tiples, Ernestina Fons, Maruja Braceli y María Chinchilla; tenores, Daniel Fernández, José Jaén, Antonio Sánchez y Francisco Ibarra; barítonos, Paco Jaén y Antonio Sánchez Chilar; como concertantes, Pepito Vives y Tomás Aldeguer; también les acompañaron periodistas como Francisco Espinosa, Monserrate Guilabert y Casto Javaloyes, y por último como representante del Ayuntamiento, Antonio Castaño. El miércoles ancló la nave en el puerto de Orán, atestado de admiradores y paisanos. Las bandas de música entonaron la Marcha Real y el público aplaudió, vitoreando a España, Elche y al Orfeón Ilicitano. Las autoridades les ofrecieron una recepción oficial en el Palacio Municipal, donde la coral cantó Las Ruinas de Atenas y La Marsellesa. Después actuaron en La Promenade de Létang Sal Paixans, Teatro Municipal y en el Salón de Fiestas de la Exposición, donde cosecharon grandes éxitos. En el Salón de Fiestas de la Exposición, el Consulado Español y Beneficencia organizó un baile de gala a los cantores, que ataviados con ricos pañolones de Manila dieron una nota españolísima a la fiesta, al que asistieron las autoridades oranesas. Más tarde, el Orfeón realizó una visita oficial al cónsul español, Sr. Puerto del Río, y este invitó a su vez a la colonia española residente en Orán. De allí se trasladaron a la Cámara de Comercio Español, cuya presidencia llevaba el ilicitano José Mª Tintoré, que ofreció abundante champagne en su honor y regaló un libro de oro en el que llevaba las firmas más prestigiosas de la colonia española y de las autoridades francesa, con dedicatorias y pensamientos de adhesión al Orfeón Ilicitano. La despedida en el puerto de Orán fue emocionante y multitudinaria, los paisanos y simpatizantes lloraban al despedirse, y vitoreaban a los cantores y a Elche. El pueblo organizó un recibimiento al orfeón a su vuelta al que acudió una inmensa multitud de ilicitanos. El alcalde Diego Ferrández Ripoll junto al diputado provincial Vicente Sansano Fenoll y el joven letrado José Gómez Brufal, desde el balcón de la alcaldía pronunció unas palabras de bienvenida. En julio, para conmemorar el viaje a Orán, se celebró en el Hotel La Confianza, una comida a la que asistieron todos los orfeonistas de ambos sexos, el grupo artístico y las juntas que integran esta sociedad. Tras el debut del nuevo director Pascual Tormo Pérez, fueron contratados para actuar en Casablanca, hacia allí partieron los músicos Tomás Aldeguer Lloret y Pepito Vives García, asesor artístico y subdirector del Orfeón. El 8 de septiembre actuaron en Almoradí. Un inmenso gentío aguardaba la llegada del Orfeón Ilicitano y al descender de los vehículos fueron aclamados mientras la música del lugar, que había acudido a recibirlos, tocaba un pasodoble. Cohetes, tracas, música y vítores fue el recibimiento que les dieron en Almoradí al orfeón. Actuaron en el Circo Novedades y tras la ejecución de las obras se escucharon grandes ovaciones. En 1930, fue creada la Academia de Música en la sociedad Orfeón Ilicitano, subvencionada por la generosidad de Diego Ferrández, que repartió su sueldo de Alcalde entre las sociedades orfeónicas de la localidad, pero ese dinero fue retirado desde primeros de año. Al no contar con este presupuesto la academia tuvo que reducir su horario. El 16 de abril de 1931, tras tomar posesión el primer ayuntamiento republicano, el 1 de mayo siguiente se organizó una fiesta en la que participaron todos las sociedades artísticas y culturales, todos lo teatros y plazas estaban llenos. Al Orfeón Ilicitano le tocó actuar en la plaza Anselmo Clavé, cantó bajo la batuta del maestro Vaello un magnífico programa. El orfeón Ilicitano se inscribió para asistir al Concurso Nacional de Orfeones, que se celebró en Madrid con motivo de las fiestas de la República, en junio de 1931. Según noticias oficiales se anuló el Certamen de Coros de Madrid, pero el Ayuntamiento de la capital de la República contrató a la coral para que actuara en las fiestas. El 17 de junio, partieron hacia la capital. A su llegada a Madrid les estaban esperando la numerosa colonia ilicitana que allí residía, además, una nutrida representación del Ayuntamiento madrileño y de la Junta de la Casa del Pueblo. Visitaron el Cementerio Civil para rendir homenaje a la memoria de Pablo Iglesias. Después fueron al Teatro de los Trabajadores, donde fueron declarados huéspedes de honor de los trabajadores de Madrid. Acudieron al Salón de Cristal, pabellón de recepciones, en el que la alcaldía de Madrid homenajeó al Orfeón con un lunch y ofreció a su bandera una corbata del primer Ayuntamiento republicano madrileño, a lo que la coral correspondió cantando La Sardana del Ampurdá y La Marsellesa. En el kiosco del Paseo Rosales se dio la primera audición al pueblo de Madrid, de allí pasaron a Radio Madrid, donde la dirección de la estación les invitó a dar una audición de sobremesa en la que cantaron el Himno a Elche, La Festa del Poble y La Marsellesa entre otras. En la Plaza de Toros se dio una fiesta en la que participaron además del Orfeón Ilicitano, otros coros y bandas. El orfeón celebró gran número de fiestas. Organizada por los jóvenes de la sociedad celebraron la Fiesta de la Primavera, en la que se adornó de forma sencilla el salón de actos, se levantó una tribuna donde se colocaron 23 profesores que formaban la orquesta y fueron los encargados de animar el espectáculo ejecutando bonitas obras. A las doce de la noche se procedió a la elección de Mis Orfeón Ilicitano para 1933 y la ganadora fue la ilicitana Lolita Pérez Serrano. El alcalde, Manuel Rodríguez le puso la banda de honor que llevaba los colores de la señera del orfeón. En ese momento la orquesta ejecutó el Himno a Riego en una lluvia de flores, confetti y serpentinas, con vivas y ovaciones. En septiembre de 1936, por motivos de guerra, todas las sociedades y agrupaciones artísticas desaparecieron casi por completo, por ser llamados a filas algunos hombres y otros por desilusión. Estos y las mujeres se integraron en la Agrupación Artística Proletaria Ilicitana.

Fuente: Del Tesoro Artístico Ilicitano, Ibarra Serrano, Luís.

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