Convento de la Encarnación de Elche, erigido a partir de 1516 en la zona que ocupa la actual Glorieta. Orden de Santa Clara.
El Convento de la Encarnación fue fundado en 1516 en la zona que actualmente ocupa la Glorieta, muy cerca de donde se levantaría el segundo edificio del Hospital de la Caridad (1564). Para su construcción, se adquirieron los terrenos de D. Bernardo Perpiñán, en los que se situaba una casa, una jabonería y un huerto. En su fundación, participó el Concejo como Patrono junto con el Duque de Arcos, cuyo escudo nobiliario se ubicó en el interior del claustro del convento. En un principio, el convento estuvo bajo la advocación de San Jorge para pasar posteriormente bajo la advocación de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, ya que en la villa existía ya una ermita dedicada a San Jorge (1370). La institución fue de la Orden Franciscana, aunque las monjas que habitaron el convento de la Encarnación procedían de la Orden de Santa Clara bajo la obediencia de la Custodia de Murcia. Conocemos el convento de Santa Clara de Murcia que se ha conservado en la actualidad, aunque no podemos establecer una similitud tipológica ya que el convento de Santa Clara de Murcia se levantó aprovechando un palacio islámico preexistente y de la iglesia gótica original, rehecha en el siglo XVIII, sólo se ha conservado el coro alto de las monjas.
La iglesia del convento ilicitano tenía una disposición en planta de nave única con cuatro capillas laterales entre los contrafuertes. Según Pedro Ibarra, que afirma haber contemplado sus ruinas, la iglesia del convento era de medianas proporciones, sin crucero ni cúpula y de gran sobriedad ornamental, con lo cual, seguiría la tipología implantada en el Renacimiento y de gran difusión a partir de 1520, en la que la planta cruciforme típica del gótico se deja atrás para dar paso a una nueva tipología de iglesia de nave única con capillas entre los contrafuertes y crucero que no excede el perímetro de la nave, dando un mayor protagonismo a la axialidad de la nave central, consiguiendo llevar las líneas de fuga de perspectiva y el foco de atención del espectador hacia el fondo donde se ubica el presbiterio con la capilla mayor. Esta tipología se seguiría desarrollando durante los siglos XVII y XVIII y está muy difundida por tierras levantinas, donde encontramos numerosos ejemplos en Alicante y Murcia.
Las capillas del lado del Evangelio estaban dedicadas a San Buenaventura la primera. La segunda estaba dedicada a San Francisco de Asís mientras que la tercera estaba ocupaba por la puerta que daba a la Corredora. La cuarta capilla estaba dedicada a la Virgen de los Dolores. Las capillas del lado de la Epístola estaban dedicadas a San Antonio de Padua, a San Diego de Alcalá, a San Joaquín y a la Inmaculada Concepción albergando pinturas de notable calidad aunque nada sabemos sobre su autoría ni sus características. Las monjas clarisas permanecieron en el convento tras la desamortización de 1835 pero finalmente, como consecuencia de una devastadora tormenta ocurrida en 1853, el convento quedó destruido siendo trasladadas las monjas al Convento de la Merced que se encontraba vacío tras la desamortización. Lo poco que quedó en pie del convento, se utilizó como escuela hasta 1877. Los restos del convento fueron definitivamente demolidos en 1891.
Fuentes: Ibarra Ruiz, Pedro. Historia de Elche. / Ramos Folqués, Alejandro. Historia de Elche.