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El Museo del Turrón de Jijona conserva en su exposición, tres máquinas despellejadoras de almendras. Dos de ellas fueron donadas por el ilicitano Raúl Agulló Coves en el año 2015, heredadas de su bisabuelo José Coves Amorós, y abuelo materno Ramón Coves Irles, antiguos labradores del campo de Elche que tuvieron una gran explotación agrícola de almendros, en su finca ubicada en la pedanía rural de Asprillas popularmente conocida como la “Masía de Coves”. Gracias a la magnífica restauración efectuada por varias personas responsables del Museo, actualmente pueden apreciarse perfectamente sus características, siendo la más antigua de ellas fabricada a principios del siglo XX por la fábrica “Font”, y la otra más moderna pertenece a la marca “Estupiña”.
Una vez recogida la almendra del árbol, con la piel abierta al haber madurado el fruto, se procede a su separación con una máquina peladora. Por el embudo superior se van introduciendo las almendras sin pelar, y al ir girando el manubrio se ponen en movimiento unos cilindros estriados, cuya separación impide la ruptura de la almendra pero despega de ella su envoltura externa, la cual cae al suelo a través de los cilindros y allí se va amontonando. Mientras tanto, la almendra continúa descendiendo y es recogida por el embudo situado en la parte inferior de la máquina, que así la conduce para que caiga directamente en el interior de un capazo ubicado en el suelo. Inicialmente las máquinas eran accionadas manualmente, pero posteriormente en los años 40 se les acopló un motor con gasóleo agrícola, en ocasiones mediante el enganche al eje trasero de un tractor hasta que se extendió la electrificación rural.
El Museo del Turrón de Jijona conserva en su exposición, tres máquinas despellejadoras de almendras. Dos de ellas fueron donadas por el ilicitano Raúl Agulló Coves en el año 2015, heredadas de su bisabuelo José Coves Amorós, y abuelo materno Ramón Coves Irles, antiguos labradores del campo de Elche que tuvieron una gran explotación agrícola de almendros, en su finca ubicada en la pedanía rural de Asprillas popularmente conocida como la “Masía de Coves”. Gracias a la magnífica restauración efectuada por varias personas responsables del Museo, actualmente pueden apreciarse perfectamente sus características, siendo la más antigua de ellas fabricada a principios del siglo XX por la fábrica “Font”, y la otra más moderna pertenece a la marca “Estupiña”.