Derramador
Aznar Martínez, José
Pelegrín Javaloyes, José
Pastor y Mateu, José
Fuster Díez, Getrudis
Campos Martínez, Isabel
Marco Santana, Francisco
Alcaraz López, Antonio
Enversada por malagueña floreá en el Derramador (2014)
La improvisación poética, llamada de distintas formas y con o sin música de acompañamiento, tiene abundantes ejemplos por todo el Mediterráneo, incluida España. En algunos lugares este arte ha llegado hasta nuestros tiempos con más vitalidad que en otros, aunque hay movimientos para su recuperación allí donde existió y se perdió. Tal es el caso de ciertas comarcas de Alicante (Comunidad Valenciana, España), donde algunos investigadores y folcloristas intentan mostrar de forma viva aquello que sólo permanecía en la memoria. Así ocurre con el Grup Alacant de investigación y el folclorista Lluís-Xavier Flores i Abat, que tienen un proyecto de recuperación del verso improvisado que ha comenzado con demostraciones. Con este motivo se organizó el sábado 18 de octubre de 2014 en el Salón Social de la partida rural de Derramador (Campo de Elche-Camp d’Elx, Alicante-Alacant, Comunidad Valenciana, España) una enversada o velada de enversaores (en otros lugares conocidos como troveros, repentistas, improvisadores u otras denominaciones).
En el campo ilicitano hubo enversaores, lo testimonian algunos ancianos que indican que en su juventud (década de 1930) presenciaron las veladas donde había controversias en verso al son de la guitarra y en lengua valenciana. Y en tiempos más recientes (décadas de 1950 y siguientes) tuvo gran reconocimiento la figura del trovero de Santa Pola José Alonso Ruiz, Pepe el Santapolero, que participó en importantes veladas troveras o enversadas en su tierra y fuera de ella.
En esta ocasión comparecieron a la enversada de Derramador el valenciano Josemi Sánchez, que improvisaba preferentemente en valenciano y que tenía como cantaor a Javier Pérez Martínez, Javi de Requena, los murcianos Pedro Cabrera Puche y Emilio del Carmelo Tomás Loba, que cantaban ellos mismos sus coplas, además del propio Lluís-Xavier Flores. A la música estuvieron Víctor Dols, de Crevillente, a la guitarra, los mismos Pedro Cabrera y Emilio del Carmelo al violín y un pandereta.