Valero Quiles, Francisco

Datos biográficos
Fecha de nacimiento
1912
Lugar de nacimiento
Elche
Fecha de muerte
15 de noviembre de 1939
Lugar de muerte
Alicante
Profesión
panadero
Militancia
JSU, PCE, UGT
VALERO QUILES, Francisco (Elche, 1912 – Alicante, 15-XI-1939). Panadero. Militante de las Juventudes Socialistas Unificadas, del PCE y de UGT. Voluntario del Batallón Elche, fue nombrado comisario político de compañía. En abril de 1938 ocupó el cargo de comisario político de la IV Compañía del 166 Batallón. Sospechoso, según la Causa General, de haber intervenido en la incautación de una panadería. Ingresó en la cárcel de Orihuela desde el campo de concentración de Albatera el 15 de abril de 1939 y el 11 de junio de 1939 fue enviado a la prisión de Elche. Según otros documentos, ingresó en la cárcel de Elche el 12 de julio de 1939 desde Comisaría. Un consejo de guerra celebrado en Elche el 14 de septiembre de 1939 le condenó a la pena de muerte por adhesión a la rebelión. Fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante el 29 de octubre de 1939.Fue fusilado el 15 de noviembre de 1939 en Alicante, en cuyo cementerio fue enterrado. Estaba soltero y tenía 27 años. 
 
FUENTE: Francisco Moreno Sáez, AHPA. Legajos 9282, 9298 y 12583 y Causa General de la provincia de Alicante.  
 
Notas de su expediente conservado en el Archivo Histórico de la Defensa de Madrid
 

Natural y vecino de Elche, nacido en 1912, panadero de profesión y con 27 años cuando fue procesado. Estuvo encarcelado en la prisión de San Miguel de Orihuela cuando terminó la guerra y fue trasladado al castillo de Altamira. El 21 de julio de 1939 declaró ante el juez militar de Elche Luis García López. Reconoció su militancia en las Juventudes Socialistas Unificadas, aunque no mencionó su pertenencia posterior al PCE. Mencionó también su condición de voluntario en el Batallón Elche y su condición de comisario de compañía dos meses después de su incorporación. Dio información sobre los presos políticos incorporados al Batallón Elche:

“Al regresar a Elche este Batallón con permiso por el mes de febrero, se incorporaron al mismo forzosamente varios jóvenes de  derechas  que se encontraban en la Cárcel de este pueblo. Que en el mes de junio del año treinta y siete, que no recuerda el día, se pasaron a las filas Nacionalistas dos muchachos de los que se habían incorporado como detenidos (…)”.

            De la aproximadamente una treintena de prisioneros políticos enrolados en el Batallón Elche, fueron tres y no dos, los que pasaron a líneas franquistas: Bruno Rodríguez, Jaime Buigues y Diego Botella. Según el testimonio del primero de ellos, se escaparon el 28 de mayo de 1937, por lo que pasó bastante tiempo entre la huida y las represalias que tuvieron lugar entre el 9 y el 10 de julio de ese mismo año, cuando fueron asesinados 15 ex presos[1].

            El declarante mencionó a tres ex presos en su compañía, Francisco Bonete Ferrández, Olegario Domarco Sellés y R. Soler Carratalá, siendo los dos primeros asesinados, según él “ignorando quienes fueron los autores”. Otro asunto relevante que detalló fue una reunión de mandos:

“El comandante del Batallón en unión del Comisario del Batallón convocaron a una reunión a todos los Capitanes (tenientes, digo) y Comisarios de las Compañías del referido Batallón Elche, diciéndoles que estaba dispuesto a liquidar a todos los jóvenes que se habían incorporado al Batallón y que provenían de la cárcel de Elche, si los Capitanes y Comisarios no respondían de los mismos”.

            Según Francisco Valero Quiles, antes de esa reunión es cuando fue asesinado Francisco Bonete y “a los pocos días fueron apareciendo asesinados varios de aquellos jóvenes. Que ignora quienes pueden ser los autores de estos asesinatos”. Su declaración terminaba con su condición de comisario del batallón 166 de la 42 Brigada Mixta y que no intervino en la detención de Francisco Falcó Antón.

            En el procedimiento sumarísimo intervinieron Pedro Fluxá Bañón que declaró no conocer al procesado, Olegario Domarco Gómez –hijo de Olegario Domarco Sellés, fusilado por sentencia de muerte del Tribunal Popular de Alicante-, también ex preso enrolado en el Batallón Elche, que sabía de su condición de comisario político de compañía y de batallón, si bien “su actuación en estos cargos no ha sido de las malas”. Un tercer testigo fue el panadero Vicente Antonio Leguey Bravo, patrono del procesado que describió su militancia y su condición de voluntario y comisario en los frentes, pero declaró desconocer si había o no participado en asesinatos en el frente. Añadió que perteneció al PSOE y luego al PCE y, como única novedad, que conocía que había intervenido en la detención de Francisco Falcó Antón. El propio Francisco Falcó Antón declaró que efectivamente fue detenido por Francisco Valero Quiles, Antonio Alcaraz y Jaime Antón Botella “Canari”, que le llevaron a la sede del PCE en Alicante y de ahí a la prisión del castillo de Altamira, donde estuvo cinco meses, hasta conseguir evadirse a zona nacional. El último testigo que intervino fue el entonces jefe de la Guardia Municipal Ataulfo Chillón Casado, con la declaración más negativa para el procesado. Le consideró “elemento peligrosísimo” como militante del PCE y respecto a sus antecedentes personales dijo que “eran malos”. El abogado defensor intervino para declarar que la actuación del procesado “fue buena”.

            Fue juzgado en Elche el 14 de septiembre de 1939 por el tribunal militar habitual, presidido por el coronel José Martín Lunas y los capitanes Manuel Moral Sanclemente, Demetrio Clavería Iglesias, Antonio Bermejo González, actuando como ponente el capitán Francisco García Rosado.

            El resultando de la sentencia se centra en la militancia en la JSU, “realizando toda clase de servicios propia (sic) de los milicianos”. Recalca su condición de voluntario, comisario de compañía y de batallón, sus artículos en periódicos y su asistencia “a la reunión que se celebró para trar de eliminar a las personas de filiación derechista que obligadamente se habían enrolado en el mencionado batallón, habiendo muerto de la compañía del procesado el soldado Francisco Bonet y Alemañ”.

            El soldado Francisco Bonet Alemañ no existió. En la sentencia se mezclan los apellidos de dos víctimas del frente: Francisco Bonete Ferrández, comerciante de 28 años y Francisco Alemán Pomares, jornalero de 34 años, ambos asesinados en la misma fecha, el 10 de julio de 1937. Como puede apreciarse, desatinos varios pero, sobre todo, ni la más mínima prueba de la intervención del procesado en tales muertes. Fue condenado a muerte por adhesión a la rebelión, con los agravantes de trascendencia y perversidad y el añadido de responsabilidad civil al aplicársele también la Ley de Responsabilidades Políticas. Fue fusilado en Alicante el 15 de noviembre de 1936 en Alicante, dos meses y un día después de haber permanecido en “El Tubo” de los condenados a muerte del Reformatorio de Adultos de Alicante.

 


[1] El testimonio de Bruno Rodríguez fue recogido por el autor el 21 de abril de 1986. Pensamos que no se equivocó de día porque no se olvida fácilmente el día de mayor peligro para un ser humano.

 
 
 
 
 
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