Datos biográficos
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FERRÁNDEZ CRUZ, José (Elche, 5-XII-1916 – 5-II-1990). Tan unido estuvo a ella que, recordar a José Ferrández Cruz supone hablar inevitablemente de la ciudad de Elche, del lugar en el que nació, donde creció y en la que desarrolló toda su vida, dedicándole sus esfuerzos y anhelos, con el único propósito de intentar hacerla, social y culturalmente, un poco mejor. Así, durante más de cincuenta años, sus pasos siempre caminaron paralelos a los de su ciudad, bien como alcalde, bien como presidente del Patronato del Misteri, o bien como Director de la Mutua Ilicitana. Y a todo dedicó lo mejor de sí mismo, con la fe puesta en que la ciudad que tanto amaba saliera de las tinieblas en las que se encontraban la mayoría de las ciudades de la España de aquellos años. Y todo ello realizado con un perfecto papel de actor secundario que, años más tarde, su pueblo le reconocería con el nombramiento de Hijo Predilecto.
Nacido en 1916, de Diego Ferrández y Mariana Cruz, fue el mayor de siete hermanos. Debido a las vicisitudes de la guerra, no pudo llevar a cabo uno de sus grandes sueños: estudiar mecánica y electricidad. Aquella contienda cambió en su vida, como en la de tantos otros, aquel sueño y una vez acabada, emprendió un Peritaje textil en Alcoy. Poco después, formó parte del negocio familiar de Ferrández y Compañía, dirigiendo la fábrica de lonas. Casado con María Teresa Bañón Cunnington, con la que tuvo siete hijos, fue una persona que mostró, al margen de su inmensa capacidad de trabajo, una constante preocupación por el bienestar de todo aquel que lo rodeara. Esto lo llevó a poner en práctica una ingente labor de política social, que fructificaría con la construcción, justo al lado de la citada fábrica, de todo un complejo de viviendas de protección oficial, que incluía también una guardería así como una escuela dentro del propio recinto de la fábrica. A pesar del tiempo transcurrido, junto a la antigua fábrica de Ferrández y Compañía todavía dormitan toda esta serie de pioneras viviendas.
Dejando a un lado las inevitables cuestiones políticas, siempre trató de obrar con justicia, proyectando su capacidad de trabajo en un eficaz esfuerzo por hacer llegar a los demás el anhelado bienestar social. Es por ello que su carrera pública se debe, ante todo, al trabajo y su integridad como persona. Todo ello le valió ser nombrado concejal por el tercio sindical el 6 de febrero de 1955 y alcalde de Elche el 22 de febrero de 1957, cargo que desempeñaría hasta el 5 de febrero de 1961, y durante el cual nuestra ciudad sufrió una serie de importantes cambios y modificaciones, activando la modernización social y acercándola al nivel que realmente merecía. Porque en aquella época Elche no era la ciudad que hoy conocemos, sino un Elche en el que el asfaltado, el alcantarillado y las farolas públicas, no lucían en todas partes. Un Elche en el que faltaban escuelas y en el que no todo el mundo podía tener una enseñanza y acceso a la cultura. A aquel Elche que él conoció lo acompañó, con su trabajo, por el camino hasta la ciudad moderna que hoy conocemos, dotándola de una serie de obras de mejora e infraestructuras, muchas de las cuales hoy todavía perduran. Entre ellas, y por citar solo una, la construcción del emblemático Ambulatorio de San Fermín, cuyo nombre adquirió por haber sido invitado a la inauguración el entonces ministro de trabajo Fermín Sanz-Orrío.
A nivel cultural, también se mostró muy receptivo con toda la serie de tradiciones que rodeaban a su ciudad. Así, durante su mandato hizo que, en 1959, fuera nombrada Alcaldesa honoraria la Virgen de la Asunción, nombramiento que ya dura más de 50 años, en concreto 51. Un gesto tan curioso como significativo. Pero la pérdida de un ojo, a causa de un glaucoma, le obligó, en cierta manera a retirarse de la vida pública. Al poco tiempo, volvió a incorporarse a la vida profesional como director gerente de Mutua Ilicitana, así como a la dirección del Banco Alicantino de Comercio y a la vicepresidencia de la Diputación de Alicante.
José Ferrández Cruz fue toda su vida un hombre muy ligado a todas y cada una de las fiestas tradicionales de Elche, a las que siempre asistía, procurando rodearse en ellas de los suyos y haciéndoles partícipes de ello. Por citar sólo algunas, podemos citar su salida en la romería de San Antón, en la de la Virgen del Loreto de Santa Pola, en la Nit de l'Albá o la Roá, alumbrando a la Virgen, pero también en las procesiones de las Aleluyas y Ramos, en las de Semana Santa, sus visitas al belén del Asilo en Navidades, la llegada de Cantó a la Plaza del Ayuntamiento o acudiendo de madrugada, cuando despunta el alba, a su salida desde la playa del Tamarit. Un hombre amante de todas estas tradiciones. Pero si existe alguna de sus facetas que pueda ser considerada como su gran pasión, esta es sin duda la del Misteri. Nombrado presidente de la junta local gestora del Patronato del Misteri d´Elx, en 1971, dedicó sus esfuerzos por darlo a conocer año tras año, a difundir su significado y la trascendencia que esta centenaria celebración tenía, ya no solo para la ciudad de Elche, sino para las representaciones medievales en general.
Hoy, cuando se cumple el vigésimo aniversario de su fallecimiento, el vacío que José Ferrández Cruz dejó sigue siendo una presencia constante y evocada, agrandada si cabe por el inevitable paso de los años. La sociedad ha cambiado a pasos agigantados, y las cosas ya no son como él las conoció, pero también es cierto que la gente no funciona de la misma manera. Lo que sí resulta innegable es que todos los cambios, a nivel social y cultural, que llevara a cabo durante su vida y su mandato en diferentes cargos públicos y como alcalde en particular, siguen sintiéndose todavía en un Elche que lo sigue recordando. Un ejemplo de ello es que en 1963 se le dio su nombre a un Colegio Público. Así pues, más tarde, se instauró el primer Ayuntamiento democrático y se autorizó a cambiar los nombres de los centros educativos para adaptarlos a las circunstancias reales, fue entonces cuando el Claustro, primero, y el Consejo Escolar, después, votaron por unanimidad a favor de que siguiera llevando su nombre como reconocimiento a su esfuerzo y a su dedicación por la educación y la cultura.
Pero, sobre todo, y al margen de todas estas iniciativas, fue un gran hombre, en constante compromiso y afán de protección por lograr una mejor vida para todos. Sirva esto de nuestro pequeño y sentido homenaje a Don José Ferrández Cruz, al alcalde de Elche o a uno de los presidentes más recordados del Misteri. Valga desde aquí nuestro cariñoso y constante recuerdo por el esposo, el padre o el abuelo; por esa presencia constante e imborrable que siempre ha sido y que, por siempre, seguirá viviendo en nuestros corazones.
Familia Ferrández Bañón.
[VAL]
FERRÁNDEZ CRUZ, José (Elx, 5-XII-1916 – 5-II-1990). Tan unit va estar a ella que, recordar José Ferrández Cruz suposa parlar inevitablement de la ciutat d'Elx, del lloc en el qual va nàixer, on va créixer i en la qual va desenvolupar tota la seua vida, dedicant-li els seus esforços i anhels, amb l'únic propòsit d'intentar fer-la, social i culturalment, una mica millor. Així, durant més de cinquanta anys, els seus passos sempre van caminar paral·lels als de la seua ciutat, bé com a alcalde, bé com a president del Patronat del Misteri, o bé com a Director de la Mútua Il·licitana. I a tot va dedicar el millor de si mateix, amb la fe posada en què la ciutat que tant estimava isquera de les tenebres en les quals es trobaven la majoria de les ciutats de l'Espanya d'aquells anys. I tot això realitzat amb un perfecte paper d'actor secundari que, anys més tard, el seu poble li reconeixeria amb el nomenament de Fill Predilecte.
Nascut l’any 1916, de Diego Ferrández i Mariana Cruz, va ser el major de set germans. A causa de les vicissituds de la guerra, no va poder dur a terme un dels seus grans somnis: estudiar mecànica i electricitat. Aquella contesa va canviar en la seua vida, com en la de tants altres, aquell somni i una vegada acabada, va emprendre un Peritatge tèxtil a Alcoi. Poc després, va formar part del negoci familiar de Ferrández i Companyia, tot dirigint la fàbrica de lones. Casat amb María Teresa Bañón Cunnington, amb la qual va tindre set fills, va ser una persona que va mostrar, al marge de la seua immensa capacitat de treball, una constant preocupació pel benestar de tot aquell que l'envoltara. Això el va portar a posar en pràctica una ingent labor de política social, que fructificaria amb la construcció, just al costat de la citada fàbrica, de tot un complex d'habitatges protegits, que incloïa també una guarderia així com una escola dins del propi recinte de la fàbrica. Malgrat el temps transcorregut, al costat de l'antiga fàbrica de Ferrández i Companyia encara dormiten tota aquesta sèrie de pioners habitatges.
Deixant de banda les inevitables qüestions polítiques, sempre va tractar d'obrar amb justícia, projectant la seua capacitat de treball en un eficaç esforç per fer arribar als altres l'anhelat benestar social. És per això que la seua carrera pública es deu, abans de res, al treball i la seua integritat com a persona. Tot això li va valdre ser nomenat regidor pel terç sindical el 6 de febrer de 1955 i alcalde d'Elx el 22 de febrer de 1957, càrrec que exerciria fins al 5 de febrer de 1961, i durant el qual la nostra ciutat va patir una sèrie d'importants canvis i modificacions, activant la modernització social i acostant-la al nivell que realment mereixia. Perquè en aquella època Elx no era la ciutat que hui coneixem, sinó un Elx en el qual l'asfaltat, el clavegueram i els fanals públics, no lluïen a tot arreu. Un Elx en el qual faltaven escoles i en el qual no tothom podia accedir a l’educació ni a la cultura. A aquell Elx que ell va conéixer l'acompanyà, amb el seu treball, pel camí fins a la ciutat moderna que hui coneixem, tot dotant-la d'una sèrie d'obres de millora i infraestructures, moltes de les quals hui encara perduren. Entre elles, i per citar només una, la construcció de l'emblemàtic Ambulatori de Sant Fermí, el nom del qual va adquirir per haver sigut convidat a la inauguració el llavors ministre de treball Fermín Sanz-Orrío.
En l’àmbit cultural, també es va mostrar molt receptiu amb tota la sèrie de tradicions que envoltaven la seua ciutat. Així, durant el seu mandat va fer que, en 1959, fóra nomenada alcaldessa honorària la Verge de l'Assumpció, nomenament que ja dura més de 50 anys. Un gest tan curiós com significatiu. Però la pèrdua d'un ull, a causa d'un glaucoma, el va obligar, en una certa manera a retirar-se de la vida pública. Al poc temps, va tornar a incorporar-se a la vida professional com a director gerent de Mútua Il·licitana, així com a la direcció del Banc Alacantí de Comerç i a la vicepresidència de la Diputació d'Alacant.
José Ferrández Cruz va ser tota la seua vida un home molt lligat a totes i cadascuna de les festes tradicionals d'Elx, a les quals sempre assistia, procurant envoltar-s’hi dels seus i fent-los partícips d'això. Per citar només algunes, podem citar la seua eixida en la romeria de Sant Antoni, en la de la Verge del Loreto de Santa Pola, en la Nit de l'Albà o la Roà, il·luminant la Verge, però també en les processons de les Al·leluies i dels Rams, en les de Setmana Santa, les seues visites al betlem de l'Asil en Nadal, l'arribada de Cantó a la Plaça de l'Ajuntament o acudint-hi de matinada, quan despunta l'alba, a la seua eixida des de la platja del Tamarit. Un home amant de totes aquestes tradicions. Però si existeix alguna de les seues facetes que puga ser considerada com la seua gran passió, aquesta és sens dubte la del Misteri. Nomenat president de la junta local gestora del Patronat del Misteri d´Elx, l’any 1971, va dedicar els seus esforços a donar-lo a conéixer any rere any, a difondre el seu significat i la transcendència que aquesta centenària celebració tenia, ja no sols per a la ciutat d'Elx, sinó per a les representacions medievals en general.
Hui, quan es compleix el vinté aniversari de la seua defunció, el buit que José Ferrández Cruz deixà, continua sent una presència constant i evocada, engrandida si cap per l'inevitable pas dels anys. La societat ha canviat amb passes agegantades, i les coses ja no són com ell les va conéixer, però també és cert que la gent no funciona de la mateixa manera. El que sí resulta innegable és que tots els canvis, en l’àmbit social i cultural, que duguera a terme durant la seua vida i el seu mandat en diferents càrrecs públics i com a alcalde en particular, continuen sentint-se encara en un Elx que el continua recordant. Un exemple d'això és que en 1963 se li va donar el seu nom a un Col·legi Públic. Així doncs, més tard, es va instaurar el primer Ajuntament democràtic i es va autoritzar a canviar els noms dels centres educatius per a adaptar-los a les circumstàncies reals, fou aleshores quan el Claustre, primer, i el Consell Escolar, després, van votar per unanimitat a favor que continuara portant el seu nom com a reconeixement al seu esforç i la seua dedicació per l'educació i la cultura.
Però, sobretot, i al marge de totes aquestes iniciatives, va ser un gran home, en constant compromís i afany de protecció per a aconseguir una millor vida per a tots. Servisca això de petit i sentit homenatge nostre a En José Ferrández Cruz, l'alcalde d'Elx i un dels presidents més recordats del Misteri. Valga des d'ací el nostre afectuós i constant record per l'espòs, el pare o l'avi; per aquella presència constant i inesborrable que sempre ha sigut i que, per sempre, continuarà vivint en els nostres cors.
Família Ferrández Bañón.