El 16 de diciembre de 1661 se redacta el testamento establecido por Nicolás Caro. El Dr. Caro pertenecía a un rico linaje de caballeros cuyo pasado se remonta a los tiempos de la reconquista con Jaime I y fue miembro influyente en la sociedad ilicitana, siendo propietario de un vasto patrimonio de inmuebles, de huertos de palmeras y derechos de agua de riego de la Acequia Mayor, entre otros bienes. Nicolás Caro, doctor en Teología, se ordenó sacerdote después de enviudar. En su testamento, redactado el 16‐12‐1661 ante el notario Francisco Pilar, se ordena la creación de un vínculo indisoluble de todos sus bienes a sus futuros herederos (siempre que no se ordenen religiosos) y deja mención expresa de que, finalizada su línea sucesoria (como así ocurrió tras dos generaciones), todos sus bienes pasasen a ser administrados por la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción. Como vínculo a perpetuidad, designa a la Virgen de la Asunción (como patrona que era de la ciudad), titular y propietaria de dicha herencia. Y de esta forma es como se establece el conocido “ Vínculo de la Virgen ”.
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Fecha Publicación:
Lunes, 3 Febrero, 2020
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