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Sanz Tendero, Remedios

Enviado por Miguel Ors Mont... el Mié, 10/11/2010 - 13:49
Lugar de nacimiento: 
Monóvar
Fecha de nacimiento: 
7 de septiembre de 1941
Profesión: 
periodista
Biografía: 
SANZ TENDERO, Remedios (Monóvar, 7-IX-1941).
 
Entrevista realizada por Maribel Hernández Sánchez
 
Vine a Radio Elche porque se convocaba una plaza. Por aquel entonces estaba trabajando en Radio Monóvar, yo soy de Monóvar y estaba colaborando allí. Me vine a hacer unas pruebas para ver si me admitían y efectivamente, en el año 1960 pasé a formar parte de la plantilla de Radio Elche.
Era entonces muy jovencita, todo era nuevo para mí, pero la radio me ha gustado desde siempre, aunque parezca un tópico. Desde niña escuchaba las locutoras, que eran personalísimas de Radio Andorra, que entonces Radio Andorra llegaba hasta aquí. A mí aquello me llamaba mucho la atención y mira por dónde hacía falta una persona en Radio Monóvar para hacer unas horas y hasta incluso sin tener la edad correspondiente estuve en Radio Monóvar durante tres años y luego me vine aquí a Radio Elche. En Radio Monóvar tenía 15 años, estuve no llegó a los tres años y no había cumplido todavía los 18 cuando me vine aquí.
RADIO MONÓVAR
Hacía lo que se hacía en todas las emisoras de radio. Presentar los programas, que es lo que hacíamos todos los locutores, novelas, zarzuelas, discos dedicados y también los principios en Radio Elche fueron así. Con programas como "Trabaje con música", donde la gente pedía las canciones, tú se las dedicabas, leías las cartas que te mandaban, porque entonces el teléfono no se utilizaba, era todo a base de cartas. La gente escribía cartas sin pereza ninguna para participar en los programas, en los concursos y en todo lo que se hacía.
En Radio Monóvar éramos cuatro compañeros y lo hacíamos todo nosotros, de control, locutor, presentador... Entonces se trabajaba unas horas al día, no era emisión continuada, era Radio Monóvar de la Red de Emisoras del Movimiento. Presentábamos las novelas, los discos dedicados y poco más. Recuerdo que allí en cuestión de información muy poca.
Cuando vine a Radio Elche el sistema era el mismo sólo que se funcionaba muchas más horas al día, novelas muy famosas porque la gente estaba muy pendiente de la radio. No había otro medio de comunicación porque la prensa estaba al alcance de un determinado sector de la sociedad pero a nivel popular, a nivel de fábricas, de la gente de la calle era fundamentalmente la radio.
El alcance de Radio Elche era de toda la provincia, de hecho se llamaba “Radio Elche”, decíamos cuando dábamos el indicativo, “la voz de la provincia de Alicante”. De hecho recibíamos cartas de toda la provincia, de Elda, de Villena... hasta incluso de Murcia. Era algo muy especial, vivir la radio en aquellos tiempos y sobre todo Radio Elche porque el alcance que teníamos era increíble y el gancho con los oyentes fabuloso.
En 1960 pedían una locutora, yo me presenté, pensé que no me eligirían porque una plaza de locutora pensaba que era muy golosa y que tendría que haber muchas solicitudes pero cuál es mi sorpresa cuando al cabo de quince días me llaman para decirme que contaban conmigo y que a partir del 1 de julio esperaban que yo estuviera aquí. De alta me dieron el 1 de agosto. Cuando me dicen que me venga la verdad es que me costó mucho porque en aquellos tiempos yo no había salido de casa de mis padres, en 1960 la gente joven tenía una forma de vivir y entender la vida muy distinta a la de ahora, y las mujeres más todavía... Mi madre era gustosa de que me viniera sólo que cuando vio que estaba su hija fuera de casa lo que quería era que me volviera otra vez a casa. Pero yo fui cogiéndole el gusto a estar en Elche, a mi trabajo y entonces ya me decidí a quedarme en Elche y seguir siendo locutora porque me gustaba lo que estaba haciendo.
PRUEBA
Me hicieron leer una guía comercial, que entonces se llamaban así porque no eran las cuñas y los spots como se llaman ahora en la televisión sino que eran guías comerciales. El sistema era tener los textos de los anuncios y en directo, cada vez que había que dar el anuncio que se había contratado, el locutor tenía que leerlo.
Me dieron a leer también la cartelera de espectáculos, que a mí aquello me pareció fabuloso porque había un montón de cines cuando en mi pueblo solamente teníamos dos; que presentara unos discos... y por lo visto, al propietario de la emisora que era don José Garrigós le gustó la voz, la forma de hablar y me quedé.
A don José Garrigós lo tengo presente, aunque han pasado tantos años, como todo un señor, todo un caballero y conmigo, al principio, sólo tuve la oportunidad de estar con él seis u ocho meses porque falleció, pero en ese tiempo tuvo unas atenciones conmigo como el hecho de no corresponderme vacaciones y decir “son las fiestas de su pueblo, márchese usted una semana a pasar las fiestas a su pueblo”. El concepto que tengo de él es el de todo un señor. Él se ocupaba de hacer el programa informativo de cada día, que se llamaba Silueta de la Ciudad y todas las noches a las 10, con un estilo muy personal, daba las noticias que se habían generado a lo largo del día en el pueblo. Lo demás ya lo hacíamos todo nosotros.
Éramos en aquel entonces seis compañeros en el locutorio y otros tantos en la parte técnica. Al frente del servicio técnico estaba un compañero entrañable que ya falleció, Antonio Jiménez que era el que coordinaba todas esas cuestiones.
Cuando llego a Radio Elche me encuentro una radio con unos compañeros que eran totalmente extraños para mí pero que luego con el paso del tiempo a todos, absolutamente a todos los aprecié y sigo apreciándolos mucho. Encuentro prácticamente lo que estaba haciendo en Radio Monóvar sólo que corregido y aumentado. Si en Radio Monóvar yo colaboraba con un par de horas aquí era a pleno rendimiento. Eran ocho horas diarias las que tenía de radio. Siempre, en aquellos primeros tiempos siempre trabajando con un compañero, a lo largo de toda la emisión se trabajaba locutor y locutora, las dos voces. Me parece que se cerraba por la tarde y se volvía abrir a las 7 para comenzar con el programa de noche y a las 12 se cerraba la emisión hasta el día siguiente las 8 de la mañana.
"Saludos musicales", era música dedicada. "Trabaje con música": fue un programa que hicimos durante muchos años, luego con otro compañero Paco Alcaraz y yo hicimos "Musical 9-12", que era prácticamente lo mismo. "Género lírico", cada día se ponía una zarzuela. "Apertura": se ponía El Abanico del maestro Javaloyes, siempre empezábamos con El Abanico, a mi me daba una sensación muy especial, y una vez que lo habíamos puesto completo ya saludábamos, dábamos los buenos días y empezaba la programación. "Buenos días con música", el saludo que dábamos con la música a los oyentes. Dábamos el Ángelus también, a las 12 del medio día, onectábamos con Radio Nacional de España para darlo.
Las noticias se daban a las dos y media, el “Diario hablado de RNE”, y por la tarde. Y luego a las 10 de la noche se ofrecía la  "Silueta de la Ciudad".
Estuve en Radio Elche hasta el año 1993, fueron justo 33 años y no salí por mi gusto... por una serie de circunstancias y de intereses de la empresa tuvimos que llegar a un acuerdo y nada... las cosas son así. Luego ya continué en otros medios, prensa y televisión y ahora he vuelto a la radio. En agosto del 93 me correspondían las vacaciones y a partir de ese momento dejé, lamentándolo mucho, Radio Elche.
 CÓMO SE HACÍA LA RADIO
En aquellos momentos, la década de los sesenta, era muy fácil, llegaba la hora de la guía comercial y la leías, llegaba la hora de las radionovelas y las presentabas, entonces todo ese tiempo estabas buscando discos... Había unas personas dedicadas a redactar los textos y contratar la publicidad. Esos textos llegaban ya hechos a nosotros, divididos en cuatro, cinco o diez anuncios, depende de la publicidad que hubiera en cada momento porque la publicidad fluctuaba unas veces había más o menos. En Navidad había que anunciar muchas cosas. Luego estuvo también el boom de la construcción en Elche y se anunciaba mucho la venta de pisos... Todo aquello se escribía y había unas horas estipuladas. A tal hora leías la Guía Comercial y luego presentabas el programa siguiente.
En aquellos momentos todas las semanas se hacía una emisión que entonces se llamaba "Emisión de Caridad" al frente del cual había un sacerdote, que era el coadjutor de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, don Antonio Riquelme, que se hacía una vez a la semana y a las 11 de la noche y don José me pidió si colaboraría en esa emisión de caridad porque parece que a esas horas de la noche como venían cartas, había llamadas, tenía mucha audiencia y daba un servicio extraordinario, pues parece que una voz femenina era muy cercana y mucho más agradable que escuchar sólo voces masculinas. Mira cómo eran las cosas que me dijo “y no se preocupe usted”, porque la emisión terminaba a la una de la noche, “no se preocupe que la acompañamos a su casa y no tiene que ir sola por ahí”. Le dije que sí, lógicamente, y me quedaba para hacer esa emisión, leía las cartas y estaba colaborando con muchísimo gusto. Había mucha necesidad y pocos organismos. Casi como lo que está haciendo ahora Cáritas. Igual se pagaban facturas de luz como alquileres de pisos, se pedían medicinas, ropa, dinero, se pedía de todo y además se contrastaban las necesidades de las familias que acudían. Don Antonio Riquelme hizo una labor increíble y extraordinaria en aquel momento. Era una cosa que hacía falta y se hacía sin más. Duró bastante tiempo aquella emisión y yo estuve colaborando con mucho gusto.
Recuerdo también de forma muy especial el día que falleció don José. Estábamos esperándolo de un momento a otro. Había una nota redactada preparada para cuando llegara ese momento y estábamos de servicio otro compañero y yo. Yo nada más pedía que no me tocara a mí tener que leer esa noticia porque de ningún modo me sentía con fuerzas para darla, estábamos todos bastante afectados. Aquel día ya no se puso música desenfadada, era música selecta. Llegó la hora del mediodía, se marchó mi compañero para comer y nada más marcharse él nos llegó la noticia del fallecimiento de don José Garrigós, y con un esfuerzo increíble, extraordinario, todavía hoy me emociono, tuve que dar la noticia de su fallecimiento.
Cuando yo llegué Radio Elche estaba en el mismo edificio donde hoy se encuentra la emisora, era una planta baja donde estaban las oficinas y en el primer piso estaban el locutorio y los transmisores. Transmisores que tienen unas anécdotas muy curiosas. En verano abríamos los balcones, hacía calor, no había aire acondicionado, alguna mosca se colaba y si tenía la desgracia de entrar en los transmisores la mosca se quedaba frita y los transmisores se paraban. Entonces había que ir con la brocha, quitar la mosca y volver a poner el transmisor en marcha. Ya después fue cuando se hizo el Peñascal, se trasladaron los transmisores, los equipos se mejoraron muchísimo, cambió todo totalmente y había que tener a un técnico de servicio en el Peñascal para que estuviera al tanto, además de un conserje que vivía todo el día allí. Se instalaron las antenas, que aquello parecía inmenso.
LA MÚSICA
La música era fundamental, era lo que llenaba todas las horas de programación. Música selecta, clásica, lírica, y música del momento, con Manolo Escobar, Mari Fe de Triana, Nino Bravo, José Luis Perales cuando empezó...
Lo que más pedía la gente. Antonio Machín y Madrecita eran para el Día de la Madre lo que más se pedía. Y cuando llegaban las comuniones Juanito Valderrama con Su primera comunión batía todos los récords. Luego tenías para las bodas Blanca y radiante va la novia, canciones que iban saliendo muy puntuales que a medida que iba pasando el tiempo unas veces se ponían unas y otras otra. Pero estas dos eran clásicas.
Otro día que tenía discos dedicados era el de San José. Ése es el que batía todos los récords, estábamos siempre dos y tres locutores de servicio para ese día, terminábamos con la garganta agotada. Había canciones que nos pasábamos del orden de 20 a 25 minutos con un solo disco de tantas dedicatorias que tenía. De cuando en cuando teníamos que decir “el disco que vamos a oír es éste que va dedicado también para...”. Eso sucedía el día de San José.
La gente se volcaba con la radio porque no disponía de otra cosa. El alcance que tenía Radio Elche era muy grande, prácticamente recibíamos peticiones de toda la comarca. De fuera mandaban las cartas, pero aquí en la oficina las compañeras tenían un trabajo enorme porque iban escritas a máquina para facilitarnos el trabajo.
Recuerdo a todos los compañeros. A María Rosa Martínez que falleció joven y en pleno momento de su vida tanto personal como profesional. Era locutora, estábamos ella y yo. Angelita reforzaba. Angelita dejó la radio porque ella era maestra, es profesora hoy en día de las Carmelitas. Recuerdo a Conchi Guillén que se marchó de Elche. Manolo Martínez, Paco Gassó, Francisco Alcaraz... en control Paco Ferrández, Pepe Jiménez, Miguel Angel Navarro, Pepe Sáez, mi marido...
En aquellos primeros tiempos al público le gustaba "Musical 9-12, Trabaje con Música". Todos esos programas en los que participaba de alguna forma. Luego pasó el tiempo, cambió el sistema de hacer radio, ya primaba mucho la improvisación, la información, la inmediatez de la información, ya no hacía falta esperar a las noticias de la Silueta de la Ciudad. Por la mañana uno de los programas estrella de Radio Elche era el de Manolo Martínez y María Rosa. Era un programa con mucha participación porque entonces había muchos problemas en la ciudad. Los barrios crecían de forma rapidísima, las infraestructuras no iban tan deprisa, era cuando surgieron las inquietudes, la creación de las asociaciones de vecinos. Radio Elche empezó a sacar a la calle una unidad móvil, con lo cual había un compañero viendo lo que ocurría en la calle y otros dos en el locutorio llevando el programa adelante y en el momento en que la unidad móvil pedía paso salía en antena. Luego estaba la información deportiva a medio día. Por la tarde había programas de entretenimiento que era fundamentalmente lo que yo hacía entonces.
Cambió de la noche a la mañana drásticamente la forma de hacer radio. Este cambio lo iba pidiendo la sociedad, lo iba demandando, ya no era solamente la compañía y dedicar discos. Había que contar cosas y se contaban en la radio de forma prácticamente inmediata. La televisión no tenía la incidencia que tiene hoy en día, estaba empezando, aquí en nuestra ciudad había pocos televisores, era el arranque y seguía primando la radio. Aparatos de radio sí tenía todo el mundo. Y en las fábricas no estaba el hilo musical como ahora, entonces era Radio Elche la emisora que estaba en todas las fábricas. Y era curioso porque en verano que estaban todas las ventanas y puertas de las casas abiertas, hacías un recorrido y prácticamente ibas escuchando por todo el camino Radio Elche porque casa sí, casa no y fábrica sí y fábrica también, tenían Radio Elche puesto. De esto hay una anécdota que cuento siempre. Hacíamos Paco Alcaraz y yo, los Diálogos de Don Severo y Doña Gertrudis, estuvimos 18 o 20 años haciendo ese programa, y como entonces el Elche y el Ilicitano eran dos equipos que estaban en lo más de lo más, hasta la que no era aficionada acérrima escuchaba los diálogos. Eran los lunes cuando ya habían jugado y la mayoría de fábricas hacían coincidir la hora del almuerzo con la hora de la emisión de los diálogos para poder escucharlos.
La influencia de Radio Elche era muy grande. Era muy significativo. Nos divertíamos muchísimo. Él representaba al Elche C.F., yo me identificaba con el Ilicitano y teníamos ese pique. Luego ya cuando el Ilicitano fue bajando ya cogía otros derroteros. Y el guión lo escribía, guiones inolvidables, Eloy Burló.
Otro detalle que recuerdo que también es una historia muy bonita de Radio Elche en concreto es que todos los años celebrábamos el día del patrón de la radio. En aquel momento la Iglesia no había unificado todavía a los arcángeles y lo celebrábamos el día 24 de marzo, que es la Anunciación del Arcángel San Gabriel, luego ya pasó al día 29 de septiembre. Cerrábamos la emisora ese día. El día de antes anunciábamos a los oyentes que íbamos a celebrar la fiesta del patrón y que no habría emisión. Se alquilaba un autocar porque éramos muchos compañeros y nos íbamos cada año a un sitio a pasar el día, a comer todos juntos y volvíamos a media tarde. La gente nos saludaba. Pasábamos por la Glorieta con el autocar y nos saludaban y nosotros los saludábamos a ellos. Había una complicidad muy especial entre los oyentes y Radio Elche y quienes estábamos en Radio Elche. Luego se perdió, dejó de celebrarse el patrón, creo recordar que hace 31 años que fue el último día, ese último año yo no asistí porque mi hija estaba a punto de nacer. Era un día de fiesta y de convivencia entre los compañeros, se organizaban concursos, se pasaba un día muy bonito. Íbamos a Santa Pola, Fortuna, cambiando cada año de lugar. Era el día 24 de marzo de 1971 y ese año yo ya no me atrevía a ir porque, de hecho, mi hija nació el día 26.
Toda la programación era nuestra, excepto las noticias nacionales. Bueno, las radionovelas por ejemplo eran grabadas, venían de Madrid, con voces muy populares como podían ser Matilde Conesa, Juana Ginzo... voces muy conocidas que se dedicaban a la grabación de novelas que se hacían populares. Hubo una que yo creo que paralizaba a toda España, era “Simplemente María” y aquello era increíble.
En los años 60 se escuchaba Radio Alicante, Radio Falange de Alicante, Radio Elche... eran las emisoras locales las que copaban toda la audiencia. Ya después empezaron las cadenas, la SERr, la COPE y ya todo fue cambiando, pero en aquellos primeros años eran las locales. Cuando empezó la evolución de la radio, hoy lo analizo y creo que para nosotros, para los profesionales de estas emisoras locales fue algo muy positivo y muy bonito aunque muy duro también porque nosotros, mis compañeros y yo, hacíamos como Juan Palomo, “yo me lo guiso y yo me lo como”; tratábamos los temas más variados y más increíbles sin ningún equipo de redacción que nos ayudara, sin ningún profesional especializado que te pudiera preparar cada tema del que hablabas o cada entrevistado, y desde luego salíamos muy dignamente de todos los trabajos emprendidos. Es de admirar profesionales como han sido, son y supongo que serán siempre Luis del Olmo, como era Encarna Sánchez, Gabilondo, María Teresa Campos... son unos grandes profesionales pero tienen también un equipo de redacción extraordinario que les apoya. Es que no tenemos todos por qué saber de todo y sin embargo sí que tratas todos los temas. Yo creo que a mí lo único que me ha faltado ha sido retransmitir un partido de fútbol. En una emisora local no puedes hacer otra cosa, eres tú y nada más que tú y te has enfrentado no sé... lo mismo entrevisté en aquel momento a Ramoncín cuando era el Rey del Pollo Frito, como a Carmen Conde, a través del teléfono, o a Gloria Fuertes, y no tenía a nadie que me ayudara. Así trabajábamos y yo creo que hoy se sigue haciendo así en las emisoras locales.
La entrevista de Ramoncín me impactó porque no sabía por dónde empezar a entrevistar a este chico que iba con la polémica a cuestas por todas partes. Entonces estaban los "40 Principales" en pleno auge y cuando le hacían alguna entrevista no sabían por dónde cogerlo... Y me sorprendió un Ramoncín muy culto, con los pies en el suelo y sabiendo dónde pisaba. Él estaba dando una imagen en ese momento, viviendo de esa imagen y punto. Pero cuando se encontró con que yo dirigía la entrevista por otros caminos me respondió por dónde yo le iba preguntando y recuerdo que un compañero que se fue con él me dijo que había sido una entrevista que había hecho muy a gusto.
La radio de ahora es totalmente distinta a la de entonces. La ventaja también que todos mis compañeros y yo hemos tenido es que nos mantenemos en la misma ciudad, que hemos evolucionado al mismo tiempo que ella. Has ido viendo nacer sociedades, entidades, las conoces desde el primer momento y también a las personas que las llevan.
Ahora estoy colaborando en Radio Dama porque Sacramento Alvear es un compañero de muchos años y me pidió que colaborara y con mucho gusto lo estoy haciendo porque hacía nueve años que no hacía radio. Me apetecía hacerlo y me he vuelto a encontrar con mis orígenes porque estuve unos cinco años haciendo televisión, que me ha gustado mucho también porque a la palabra le apoya la imagen y al revés. Pero la radio es la radio. La radio es otra cosa.
Es curioso. Yo llegué a la radio por un detalle. En Monóvar se habla valenciano, se ha hablado siempre. Era muy difícil encontrar a alguien para una emisora de radio que hablara el castellano. En mí se daba esa circunstancia porque mi padre era de Murcia y en mi casa indistintamente se hablaba el valenciano por parte de mi madre o el castellano por parte de mi padre. El castellano que se hablaba era bastante correcto y por eso me cogieron, se arriesgaron aun sin haber cumplido los dieciséis años porque era muy complicado encontrar a una persona que hablara bien castellano.
En la radio recuerdo dos voces femeninas de Radio Andorra, que no me acuerdo de cómo se llamaban, pero a mí me encantaba poner la radio por la noche, cuando llegaba Radio Andorra emitiendo en castellano, me gustaba escuchar estas dos voces. Así nació la afición, el gusto por la radio. Me llamaban mucho la atención aquellas dos mujeres, que tenían una vitalidad y una alegría, una voz tan cantarina y tan personal que me gustaba mucho.
El momento más entrañable fue la noticia del fallecimiento del propietario, el padre del actual director y después el fallecimiento de Franco también fue un momento histórico para todo el mundo. Se vivió como en todos sitios, con la expectación y la pregunta en el aire de a ver qué pasa ahora. También fue un momento muy fuerte el que vivimos porque se retransmitió en directo el golpe de Estado de Tejero.
Sobre la censura, no sé a nivel de dirección pero yo, como profesional de la radio, en una emisora local, esa sensación no la he tenido. No digo que a nivel nacional, los periódicos, sí tuvieran esa censura. Pero personalmente yo no he tenido esa sensación, quizá porque llevaba a cabo unos programas muy específicos.
PROGRAMACIÓN ESPECIAL
En aquellos primeros años la Semana Santa se vivía de una forma muy especial y diferente a lo que es ahora. Lunes, Martes y Miércoles Santo empezábamos a suavizar la emisión de canciones desenfadadas y alternar con música un poco más seria. El Miércoles era prácticamente todo música selecta, marchas de Semana Santa y el Jueves todo era música sacra y música selecta, obras que habían grabadas del estilo de Quo Vadis se aprovechaba y se ponían todos los años por esas fechas, luego se guardaban en la discoteca y no volvía a aparecer hasta el año siguiente. Se hacía publicidad pero se procuraba que la música no fuera estridente. Se terminaba el Jueves Santo a las tres de la tarde, cerrábamos la emisión con el Sermón de las Siete Palabras. El Viernes Santo estaba todo el día cerrado y volvíamos el Sábado de Gloria con la explosión ya de la Resurrección y de todo lo que había sido la Semana Santa. Pero desde el lunes se notaba también en la radio que era Semana Santa.
Las fiestas de Elche también fueron tiempos muy bonitos. Dábamos información de todas las actividades que se hacían y además por las noches el Hort de Baix era, verdaderamente, la mejor sala jardín de Europa, se conocía así y así era en realidad. Merecía la pena solamente por ver cómo estaba, ir un día a uno de sus bailes porque lo ponían tan bonito, cuidaban tanto el detalle de las luces en las palmeras como en el suelo, que era un verdadero espectáculo. Venían las mejores atracciones del momento y Radio Elche, en directo, retransmitía todas las noches esas actuaciones, me acuerdo de Filippo Carletti, italiano que llevaba un grupo que triunfaba en aquel entonces, de Alberto Cortez, todos los grandes que en aquel momento estaban triunfando pasaban por el Hort de Baix y nosotros dábamos esas actuaciones en directo. Era una forma de estar la radio también ahí, en las fiestas y ofreciendo lo mejorcito de ellas. En la Rotonda también venían los festivales de España y venían de todas partes de la provincia, y fundamentalmente también de Benidorm, que entonces tenía una destacada sala de fiestas, “El Gallo Rojo”, y toda esa gente venía a las actuaciones y a ver la programación de los festivales de España aquí en las fiestas de agosto.
Radio Elche ha estado siempre en El Misteri, y siempre ha sido tradición que lo retransmitiera y de hecho lo sigue haciendo Luis Garrigós que terminó por ser un especialista en ese tema.
José Garrigós era un hombre carismático, con mucho carisma. Hay cosas muy curiosas en aquellos primeros tiempos. Eran todo plantas bajas y detrás de la emisora había otra planta baja y resulta que en el patio la otra casa tenía un burro y de vez en cuando rebuznaba y si el micrófono estaba abierto se oía el rebuzno.
Hay otro programa que también fue muy importante por la labor social que llevó a cabo con la Casita de Reposo y con el Asilo, que fue “Navidad en la radio”. Paco Alcaraz y yo decidimos hacer una campaña de navidad para el asilo y cuál fue nuestra sorpresa que nos desbordó totalmente, no te puedes hacer una idea. Nadie que no haya vivido aquellas emisones se puede hacer una idea de lo que eran. Se hacían llamadas telefónicas aportando alimentos y artículos de primera necesidad para el asilo. Nos llamaban para decir lo que iban a mandar, y no sólo entidades, iba prácticamente todo el pueblo. Fui a don Antonio Hurtado, el arcipreste de Santa María, y le dije que íbamos a hacer la campaña de Navidad para el asilo y le pregunté si había otra entidad que pudiera compartir la campaña y entonces me habló de la Casita de Reposo. Porque eran algunas señoras de Santa María las que se encargaban de atender al las niñas que había allí, pero hacía muy poco se habían incorporado unas hermanas para llevar la responsabilidad.
Lo hicimos así, una semana para la Casita y otra para el Asilo. Y siguió siendo increíble porque la gente mandaba de todo, litros de leche al Asilo, yo no sé los que llegaban. Empezábamos tomando nota de las llamadas y de lo que mandaban pero al final ya lo dejábamos porque aquello era imposible de contabilizar. Entonces decíamos “por qué alimento se inclina más la gente”, pues por el azúcar y por el arroz, los 400 kilos de azúcar y arroz se contabilizaban. De hecho las hermanas de la Casita de Reposo tenían de artículos no perecederos tales como detergente, garbanzos, lentejas... para todo el año hasta que volvíamos otra vez a hacer la campaña al año siguiente.
Dejé de hacer la campaña cuando salí de Radio Elche, lógicamente. Estuvimos haciéndola 18 años. Después ya no sé si los compañeros siguieron haciéndolo. Pero yo tenía tal dolor en mi corazón que era incapaz de poner la radio. No la escuchaba. Era incapaz. No podía. Me costó mucho, y lo digo en todas partes, mucho. Pero las cosas vienen así, las tienes que aceptar como son y no hay más.
Radio Elche tenía abonados que pagaban una cuota mensual y por esa cuota tenían derecho a pedir dos canciones y a que los discos que dedicaban les costaban menos que a los no abonados. Creo que 5 pesetas por cada disco dedicado. Eso era el Club del Oyente. Hacíamos unas papeletitas que se les entregaban, ellos ponían el título del disco y el nombre del abonado. Y decíamos: “Bueno pues ahora vamos a escuchar “Maldito sea el querer”, un disco que nos han pedido nuestros abonados Rosita y Carmencita Alemany de la Hoya, y Dolores Santana y madre”.
No hay guiones, era todo improvisación. Dábamos también información de la comarca, de Elda, de Crevillente, de Torrevieja. Teníamos corresponsales. El de Crevillente era José Antonio Aznar y luego fue José Vicente Mas; de Elda, de Almoradí, de Cox... y nos daban la información por teléfono. En aquellos lugares no había emisoras y era Radio Elche la que llegaba. Radio Elche se extendía por toda la zona de la Vega Baja, el Baix Vinalopó, Alicante... Hemos llegado a recibir incluso un control de audiencia de Francia porque por lo visto en verano, cuando las circunstancias atmosféricas lo permitían, llegábamos y nos mandaban el control de audiencia, además incluso con grabación del programa que habían podido escuchar.
Por Radio Elche ha pasado mucha gente, además, yo creo que ha sido la escuela de todos los profesionales de los medios de comunicación que tenemos en Elche. Han pasado yo creo que casi todos.
El sentido del teatro que había en Radio Elche era hacer los programas de cara al público. Allí se hacían programas de concursos, también para el Club de Oyente, no llegaron a hacerse muchos, pero sí algunos.
Había un concurso que también marcó historia. Lo llevaba Manolo Martínez y era “Buscando estrellas”. Salían voces extraordinarias de nuestra ciudad. Se hacía en la Rotonda del Parque Municipal. Y a nivel de emisora surgían muchos concursos. Uno de ellos que recuerdo fue haciendo preguntas sobre la historia de Elche, “Elche y su historia”, y luego pues también para los mayores se hizo una vez algo muy entrañable, buscando a las personas mayores que llevaban mucho tiempo casadas... con regalos, concursos publicitarios... las casas hacían la publicidad y ofrecían los regalos.
 
 
 
 
 
 
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